sábado, 10 de febrero de 2007

Un taxista de N.York devuelve anillos de diamantes a joyera poco generosa

Un taxista de Nueva York devolvió una bolsa con más de una treintena de anillos de diamantes a su olvidadiza dueña, a pesar de haber recibido de ella 30 centavos de propina al final del trayecto que había realizado, informó hoy el "Daily News".

Chowdhury Osman, inmigrante de Bangladesh, declaró al diario que nunca pensó en quedarse con el valioso muestrario de joyas que la pasajera había olvidado en el maletero de su taxi.

"Estoy satisfecho con mi vida y no voy a tomar el dinero o una propiedad de otro para ser rico. No quiero que sea así", explicó al rotativo neoyorquino.

Osman trasladó a una mujer, de profesión joyera, desde un céntrico hotel neoyorquino a un edificio de apartamentos en la calle 35 el lunes por la noche.

El importe del trayecto era de 10,70 dólares. La mujer le entregó un billete de 20 dólares y pidió que le devolviera nueve dólares.

Poco después, un grupo de viajeros que pidieron servicio al mismo taxista y se disponían a colocar su equipaje en el maletero le advirtieron de que allí había un bolso de viaje.

Después de realizar el trayecto, Osman regresó al edificio de apartamentos en que había dejado a la mujer pero no se atrevió a indagar entre los vecinos por temor a despertar sospechas.

"Podían dispararme", declaró Osman y agregó que decidió entonces informar del hallazgo a una organización de taxistas a la que pertenece, sin conocer aún el contenido de la bolsa.

Cuando indagaron en el equipaje para obtener alguna pista sobre su propietario, descubrieron que incluía dos pequeñas cajas con 31 anillos de diamantes.

Después de realizar numerosas llamadas lograron establecer contacto con un pariente de la joyera que residía en Texas y que avisó a la mujer de cómo podía recuperar el preciado muestrario.

El conductor finalmente aceptó una compensación de 100 dólares de la mujer por los servicios que podría haber realizado en el tiempo que ocupó tratando de devolverle el equipaje.

"Cuando hallo algo olvidado en mi auto y lo puedo devolver a su dueño me siento muy feliz y orgulloso", señalo Osman.

Así aunque tuvo la oportunidad de haberse quedado prefirió regresarlos aunque la señora (joyera) fuera un poco generosa.

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